Casi un siglo de uso de gasolina con plomo en las carreteras de todo el mundo ha llegado a su fin, según anunció el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, después de que las estaciones de servicio argelinas dejaran de vender este combustible el mes pasado.

La gasolina con plomo -que contiene el compuesto tetraetilplomo y está relacionado con graves problemas de salud- se patentó por primera vez en 1922, lo que permitía a los coches utilizar relaciones de compresión más altas, haciéndolos más potentes. En la década de 1970, estaba presente en casi toda la gasolina del mundo.

Pero las consecuencias fueron desastrosas, y sólo se comprendieron plenamente tras la aparición de casos de intoxicación por plomo en Estados Unidos. Los investigadores descubrieron que incluso niveles bajos de exposición al plomo afectaban al cerebro humano, especialmente en los niños, reduciendo a veces sus niveles de inteligencia y ralentizando sus reflejos.

También se relacionó con enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y ciertos tipos de cáncer.

El anuncio es el resultado de casi dos décadas de campaña de la Asociación para los Combustibles y Vehículos Limpios, dirigida por el PNUMA. La campaña comenzó en 2002, cuando 117 países seguían utilizando gasolina con plomo.