Tanto la Seguridad Social como Medicare se enfrentan a déficits de financiación a largo plazo y se han visto muy afectados por la pandemia y la recesión de 2020, según nuevos informes.
Cada año, la Junta de Fideicomisarios de la Seguridad Social publica un informe que analiza la salud financiera actual y prevista de la Seguridad Social y de Medicare. Debería preocuparse por lo que se encuentra, porque estos programas proporcionan beneficios esenciales para las personas mayores. Los informes anteriores han emitido advertencias funestas sobre los déficits que se avecinan.
Había mucha expectativa sobre lo que los fideicomisarios encontrarían este año al sopesar el impacto de la pandemia de coronavirus en estos programas. Al final, el informe de 2021 no fue tan malo como muchos esperaban, pero siguió sin ser bueno.
“Las finanzas de ambos programas se han visto significativamente afectadas por la pandemia y la recesión de 2020”, dijeron los administradores.
El informe de este año detectó un empeoramiento de la situación financiera, en parte porque millones de trabajadores han perdido su empleo en medio de la pandemia, lo que ha provocado una importante caída de los impuestos sobre la nómina de la Seguridad Social.