Una nueva ley de Texas que prohíbe la mayoría de los abortos llevó al presidente Joe Biden a utilizar una palabra que había evitado por completo como presidente: “Aborto”.
La ausencia de la palabra en los comentarios y declaraciones públicas de Biden ha frustrado a los activistas, que dicen que refleja una cuestión que se ha quedado fuera de la lista de prioridades, incluso cuando el derecho de las mujeres a abortar se ve amenazado en estados del Medio Oeste y del Sur.
El miércoles, el Tribunal Supremo denegó formalmente la petición de los proveedores de servicios de aborto de Texas de congelar la ley estatal, lo que significa que seguirá en vigor por ahora. Los proveedores de servicios de aborto en el estado ya han rechazado a las pacientes, sin saber si se exponen a la ley.
En una declaración el jueves, Biden volvió a utilizar la palabra, criticando duramente la ley de Texas como un “asalto sin precedentes a los derechos constitucionales de la mujer”.