El gobierno francés anunció que había concedido la ciudadanía a más de 12,000 trabajadores esenciales extranjeros para agradecerles su servicio durante la pandemia.

“Estos trabajadores de primera línea han servido a la nación”, dijo en un comunicado Marlène Schiappa, la ministra francesa encargada de los asuntos de ciudadanía. “Es natural que la nación los acoja”.

Los datos del Observatorio de la Salud de la región de Île-de-France, zona que incluye a París, muestran que los inmigrantes constituyeron una cuarta parte de los trabajadores esenciales que permanecieron activos durante los cierres. De los que trabajan en los hospitales de la región, el 23% son inmigrantes, aunque algunos pueden ser ya ciudadanos.

En septiembre de 2020, el Ministerio del Interior de Francia redujo el requisito de residencia legal para las solicitudes de ciudadanía de cinco a dos años, y aceleró el proceso de solicitud para los trabajadores esenciales, incluidos los profesionales de la salud, los cajeros, los cuidadores de niños y los recolectores de basura.

Más de 16,000 trabajadores de este tipo han solicitado la ciudadanía, y más de 12,000 ya la han recibido, según el Ministerio del Interior.