Puede pasarte que conoces a un hombre que te gusta y quieres empezar a salir con él para ver cómo sigue el asunto, pero no quieres comprometerte, así que manejas la relación muy lentamente. Hoy en día, esto tiene nombre: “arrocito en bajo”.
Lo mejor de este tipo de relación, es que no requiere de estar en contacto frecuente, no tienen que verse todos los fines de semana, ni asistir a los almuerzos en casa de sus padres.
Es decir, buscas esa relación donde tienes una persona con quien salir a una discoteca y pasar una noche divertida, tomarse unas cervezas en la playa, o simplemente conversar con alguien que te hace sentir cómoda.
En este tipo de relaciones pueden pasar tres cosas:
Lo primero es que se conocen, se gustan, empiezan a salir y todo pinta muy bien. Salen a divertirse y siguen el proceso de conocerse mejor, pero, repentinamente aparece algún detalle que te hace perder el interés en él o no quieres seguir perdiendo el tiempo en una relación que no tiene ningún futuro.
El otro caso sería que a pesar de que los dos acordaron no involucrar sentimientos en la relación, alguno de los dos pasó la línea y el otro no.
Otra posible situación es que los dos, a pesar de haber iniciado la relación con la intensión de que fuera pasajera, empiezan a tener sentimientos por el otro, a salir y hablar constantemente; cuando esto es satisfactorio para los dos, es algo maravilloso.
Como conclusión se puede decir que al tener un “arrocito en bajo” te expones a que te suceda alguna de las 3 situaciones descritas antes, así que debes estar preparada para lo que venga.