Hospitales, residencias y centros de salud han suspendido a unos 3,000 trabajadores en toda Francia por no cumplir con la vacunación obligatoria contra el COVID, según informó el gobierno, mientras los países de toda Europa sopesan hasta dónde llegar para combatir la pandemia.
Mientras que Italia anunciará que la prueba de vacunación o un test negativo será obligatoria para todos los trabajadores, yendo más allá que cualquier otro país de la región, los Países Bajos planean una medida similar, pero sólo para ir a bares o clubes.
Gran Bretaña, por su parte, dice que es muy probable que exija la vacunación de los trabajadores sanitarios y sociales de primera línea en Inglaterra como parte de un plan para contener el virus durante el invierno.
En Francia, la decisión del presidente Emmanuel Macron a mediados de julio de exigir un pase sanitario similar para ir a cualquier lugar, desde restaurantes hasta gimnasios y museos, y de hacer obligatoria la vacuna para los trabajadores de la salud, ha incrementado masivamente la adopción de la vacunación.
Con la entrada en vigor el miércoles del mandato para los trabajadores de hospitales y residencias, su impacto muy concreto -el personal no vacunado tiene prohibido trabajar- comenzó a sentirse.