El actor argentino Julián Gil, quien sostiene una dura y mediática batalla legal por la custodia y manutención del hijo que tuvo con la actriz venezolana Marjorie de Sousa, continúa siendo foco de atención en temas personales en los medios.

En reciente rueda de prensa acerca de su próximo papel en una obra de teatro, el actor habló del lado masculino y femenino de las personas, algo que le hizo pisar un terreno que a todas luces no es lo suyo y que lo traicionó al afirmar que él era muy femenino porque era capaz de realizar tareas domésticas:

“Yo por ejemplo en mi casa soy “refemenino”, soy el que cocina, plancha, lava, porque es lo que me gusta. Es lo que me apasiona”, señaló.

Inmediatamente algunas periodistas le criticaron al revirarle la pregunta cuestionándole si son solo las mujeres las que limpian y barren, a lo que el galán respondió:

“¡No! Te estás metiendo en aguas profundas, lo que quiero decir es que yo, por ejemplo, en mi casa soy la mujer de mi casa…”.

La respuesta no satisfizo a las inquisidoras reporteras, quienes presionaron: “Entonces ¿solo las mujeres limpiamos? ¿Tu lado femenino es porque limpias?”

Pero Gil no estaba preparado para salir del lío en el que inocentemente se había metido:

“Lo que te quiero decir es que yo tengo un lado muy femenino como todos los hombres lo tenemos, mi lado femenino es atender las cosas de la casa porque me gusta hacerlo. Me gusta lavar, planchar y cocinar, en la casa el que cocina soy yo”.

Las redes se encendieron, y con razón, relacionar estas tareas domésticas como algo exclusivo de las mujeres, reafirmando los estereotipos de género, llevan a la conclusión de que el actor argentino es un macho.