El Dr. Arnaud Gagneur es un neo-natólogo que ideó un exitoso método pre-pandémico para hablar con las madres que dudaban en vacunar a sus hijos contra el Covid.
Así que cuando su cuñada descubrió que su hijo no quería ser vacunado, acudió a Gagneur.
“Primero esperé a que me llamara, y eso es importante porque no quería decirle lo que debía hacer, sólo quería responder a sus preguntas”, dijo Gagneur. Después de que se conectaron, agradeció a su sobrino su disposición a mantener una discusión abierta, le dijo que respetaría su decisión fuera cual fuera el resultado y fue transparente sobre lo que creía.
“Fui muy claro al decirle que estaba a favor de la inmunización, que creo que es la mejor manera de protegernos a nosotros mismos y a los demás, y quizás, de resolver la pandemia”, dijo. “Pero le dije: ‘Quiero entender por qué no piensas lo mismo. ¿Cuál es tu punto de vista?”.
Gagneur dijo que al principio es importante evitar tratar de convencer o corregir a la gente, o intentar ganar la discusión. En su lugar, hay que escuchar las preocupaciones de la persona: A su sobrino le preocupaba que la tecnología de la vacuna fuera nueva y no estuviera suficientemente probada. Y pensaba que, al ser un hombre joven, sólo había una pequeña posibilidad de que enfermara.
Gagneur escuchó y repitió las preocupaciones de su sobrino, en una técnica llamada escucha reflexiva.
“Esta parte es muy importante porque es una forma de expresar empatía y construir una relación de confianza”, dijo.
A continuación, Gagneur hizo una pregunta crítica: “¿Puedo darle información sobre la seguridad de la vacuna, los efectos secundarios y sobre la enfermedad de Covid?”. Pedir permiso para introducir nueva información es crucial, dijo Gagneur, porque si la persona está de acuerdo es más probable que escuche.
Después de que su sobrino diera su consentimiento, Gagneur le hizo un recorrido por la ciencia, explicándole la historia de décadas de la tecnología que hay detrás de algunas de las vacunas, y cómo se miden los efectos secundarios mediante ensayos clínicos con decenas de miles de voluntarios.
Después, su sobrino dijo que tenía más confianza en la vacuna, pero preguntó: “¿Por qué crees que debo vacunarme?”.
Gagneur le dio la vuelta y le hizo la misma pregunta. “Quiero viajar, respondió su sobrino, y proteger a mis padres del contagio”.
“Le dije: ‘Sí, sí, sí, creo que son buenas razones para recibir la vacuna, pero es tu propia decisión'”, dijo Gagneur. Su sobrino le envió un mensaje de texto una semana más tarde para informarle que tenía cita para vacunarse, y que ha convencido a otras personas de un resultado similar.
“El hecho de que no estemos en el mismo bando al principio de la discusión no significa que estemos en oposición”, dijo Gagneur. “Intentamos alcanzar el mismo objetivo. Y el mismo objetivo puede ser simplemente respetar cada punto de vista y mantener una conversación abierta”.