Los fabricantes de vacunas apuestan por que la tecnología de ARNm que impulsa dos exitosas vacunas Covid ayudará a frenar el trágico número de muertes que provoca la gripe en todo el mundo.
Mientras el mundo se enfrenta a Covid-19, la gripe no recibe mucha atención estos días. Pero el impacto global de la gripe es asombroso: entre tres y cinco millones de casos de enfermedad grave cada año, y hasta 650,000 muertes. Cada pocos decenios, una nueva cepa de gripe se propaga desde los animales y da lugar a una pandemia.
El número de víctimas mortales de la gripe es aún más sorprendente si se tiene en cuenta que desde hace ocho décadas disponemos de vacunas para combatirla. Pero siguen siendo mediocres. Una vacuna contra la gripe sólo sirve para una temporada de gripe, y su eficacia suele oscilar entre el 40% y el 60%. En algunos años es tan baja como el 10 por ciento.
Pero en los próximos años podría surgir una nueva generación de vacunas antigripales muy eficaces, basadas en la misma tecnología de ARNm que ha protegido a cientos de millones de personas contra el Covid-19.
Mientras que las vacunas tradicionales contra la gripe se cultivan durante meses en huevos de gallina, las vacunas de ARNm se fabrican con relativa rapidez a partir de cero. En teoría, su producción más rápida puede hacer que se adapten mejor a las cepas de gripe de cada temporada. Y cuando se inyectan en las personas, pueden provocar una respuesta inmunitaria más fuerte que las vacunas antigripales tradicionales.