Los trabajadores están dejando de trabajar, a un nivel récord en casi todos los sectores analizados por la Oficina de Estadísticas Laborales, desde 2001. Pero los dolores son más agudos entre los trabajadores con salarios bajos, que, según los economistas, se están rebelando contra años de mala paga y condiciones estresantes. Muchos están ahora menos dispuestos a soportar los horarios incómodos y la baja remuneración, y abandonan en esta fase de la pandemia para encontrar mejores oportunidades en otros lugares.

Casi el 40% de los trabajadores que renunciaron en agosto trabajaban en restaurantes y hoteles. Las renuncias también se están disparando entre los trabajadores de la industria y los almacenes, que se ven sometidos a la presión del aumento de la demanda y de las cadenas de suministro.

Algunos han recurrido a TikTok para exponer sus quejas, publicando vídeos con el hashtag #QuitMyJob que a menudo denuncian los lugares de trabajo tóxicos. Un ejemplo notable se produjo este otoño, cuando Shana Blackwell comunicó su dimisión de un Walmart de Texas, diciendo que estaba al borde de lo que ella llamaba el ambiente “tóxico, sexista y racista” de la tienda. El vídeo ha acumulado millones de visitas.