General Motors informó de que sus beneficios netos del tercer trimestre se desplomaron un 40% al tener que luchar contra las limitaciones de producción y la escasez de existencias de coches nuevos.
La industria automovilística se enfrenta a una escasez mundial de chips semiconductores desde febrero. Los chips se utilizan en muchas piezas de automóviles y, sin ellos, la producción en muchas plantas de GM se ha ralentizado o detenido por completo, dejando los lotes de coches nuevos de los concesionarios vacíos.
El fabricante de automóviles obtuvo unos ingresos netos de 2,400 millones de dólares, frente a los 4,000 millones de dólares del periodo anterior. Su beneficio ajustado antes de intereses e impuestos (EBIT) fue de 3,000 millones de dólares, frente a los 5,300 millones de dólares.
En una carta dirigida a los accionistas, la consejera delegada de GM, Mary Barra, aseguró a Wall Street que GM está bien posicionada para el futuro con su estrategia de introducir 30 nuevos vehículos eléctricos para 2025 y la promesa de duplicar los ingresos en la próxima década con los vehículos eléctricos y otras diversificaciones que la empresa esbozó a principios de este mes.