La temporada de resfriados y gripe ya está aquí. ¿Funcionan realmente las vitaminas?

La temporada de resfriados y gripe ya está aquí. ¿Funcionan realmente las vitaminas?

El tamaño del mercado mundial de suplementos para el resfriado y la gripe se valoró en 13,850 millones de dólares en 2019. Pero, ¿qué dice la ciencia? Sabemos que las vitaminas no han demostrado ser eficaces contra el COVID-19, pero ¿qué pasa con otras enfermedades? Hay estudios que muestren un beneficio ya sea para la protección contra los resfriados que causan virus o una reducción de los días que se enferman?

El zinc, la vitamina C y la vitamina D son los suplementos “potenciadores de la inmunidad” más estudiados.

El zinc es un elemento necesario para el desarrollo y la función de múltiples células del sistema inmunitario. Se obtiene fácilmente a través de la dieta, ya que el zinc abunda en la carne, los huevos y las ostras. Los estudios científicos han demostrado sistemáticamente que la toma de pastillas de acetato de zinc reduce la duración de los resfriados entre 2 y 4 días si se empieza a tomar en las 24 horas siguientes al inicio de los síntomas.

La vitamina C es sin duda el suplemento inmunitario más conocido y comercializado. Al igual que el zinc, la vitamina C desempeña un papel fundamental en el funcionamiento del sistema inmunitario. Pero, los estudios no demuestran que el consumo de grandes cantidades de vitamina C sea beneficioso cuando se coge un resfriado.

Varios estudios han demostrado una reducción moderada de la tasa de infecciones del tracto respiratorio superior en quienes toman suplementos de vitamina D. Pero, la mayoría de nosotros no recibe suficiente exposición natural a la luz solar para obtener un nivel óptimo de vitamina D. Aunque también puede encontrarse en el pescado, los huevos y los productos lácteos fortificados, la mayoría de las personas se beneficiarían de un suplemento de vitamina D de 1.000-2.000 UI diarias.

La mayoría de las vitaminas que refuerzan el sistema inmunitario se obtienen con una dieta variada que incluya pescado graso, carne, verduras y fruta. Las personas que no pueden recibir suficiente luz solar natural y tienen una deficiencia de vitamina D deberían considerar la posibilidad de tomar un suplemento en consulta con su médico. Si te pones enfermo, chupar pastillas de acetato de zinc podría reducir la duración de la enfermedad. Y recuerde que estar al día con las vacunas, mantenerse hidratado, dormir bien, controlar el estrés y hacer ejercicio a diario deberían ser los cimientos de su sistema inmunitario.

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