La privacidad médica protege el derecho de una persona a restringir quién puede conocer una afección médica. Pero se puede decir a las personas que han estado expuestas sin decirles quién fue el que las expuso. Así es como funciona el rastreo de contactos.

Las personas que podrían haber estado en proximidad prolongada con esta persona deberían haber sido alertadas de que podrían haber estado en contacto con alguien infectado. Si nadie más notificó a los posibles contactos cercanos, usted haría bien en difundir la noticia, de nuevo, sin revelar quién era la persona.

Dado que esta situación puede surgir en el futuro, avise a los supervisores de las orientaciones publicadas en el sitio web del C.D.C., junto con las orientaciones estatales pertinentes. Deben hacer todo lo que esté en su mano para proteger a los empleados y a sus familias, y no limitarse a confiar en sus presentimientos sobre la privacidad médica.