Fumar es una práctica muy antigua y estaba asociada a los hombres, pero con el pasar del tiempo las mujeres también comenzaron a fumar sin conocer el daño que causa el cigarrillo.
Los fumadores pasivos son los que respiran de forma directa las sustancias nocivas, tóxicas y cancerígenas ocasionadas por el humo durante la combustión del tabaco.
Actualmente existen áreas para fumadores y no fumadores en casi todos los establecimientos del mundo para evitar complicaciones en la salud de los no fumadores.
Algunos problemas de salud a los que están expuestos los fumadores pasivos son:
• Un estudio mostró que el riesgo de sufrir de angina de pecho o un infarto aumentan entre un 50 %- 60 % entre las personas que inhalan pasivamente el humo del cigarrillo cada día.
• Cardiopatías coronarias
• Mala circulación sanguínea especialmente en las piernas
• Irritación en la nariz, ojos, garganta y pulmones.
• Síndrome de muerte súbita en los bebés
• Resequedad en las fosas nasales debido a que se limita el paso del aire y se acumulan bacterias dentro de la nariz.
• Cáncer de pulmón, laringe, garganta, esófago, páncreas, riñón, hígado, estómago, cuello uterino, colon y leucemia.
Por todo esto, cuando veas a una persona fumando, es mejor que te ubiques lejos de ella.