La administración Biden gastará miles de millones de dólares en un nuevo plan para combatir la pandemia, invirtiendo en píldoras antivirales, pruebas rápidas y en fabricación.
La administración Biden, presionada para aumentar el suministro de vacunas contra el coronavirus a las naciones pobres, planea gastar miles de millones de dólares para ampliar la capacidad de fabricación, con el objetivo de producir al menos mil millones de dosis adicionales al año a partir del segundo semestre de 2022.
La inversión forma parte de un nuevo plan, anunciado por funcionarios de la Casa Blanca, para que el gobierno se asocie con la industria con el fin de atender las necesidades inmediatas de vacunas en Estados Unidos y en el extranjero y prepararse para futuras pandemias. Se suma a las recientes decisiones de comprar suficiente cantidad de la nueva píldora Covid-19 de Pfizer para unos 10 millones de tratamientos, y de gastar 3,000 millones de dólares en pruebas rápidas de venta libre, necesarias para detectar el virus con la suficiente antelación para que el medicamento de Pfizer funcione.
En conjunto, estas medidas suponen un nuevo y amplio esfuerzo para controlar la pandemia en un momento en el que los estadounidenses están desesperados por la normalidad y el número de casos aumenta a medida que se acerca el invierno.
