La ciudad de Nueva York se convertirá en el mayor municipio del país en permitir el voto a los residentes legales si la legislación se aprueba como se espera en diciembre.
Durante décadas, los legisladores y los defensores de los inmigrantes en la ciudad de Nueva York han impulsado una legislación que permitiría a los residentes legales que no son ciudadanos votar en las elecciones municipales, un derecho que tenían en las elecciones de las juntas escolares hasta que éstas fueron abolidas a principios de la década de 2000.
Ahora los legisladores de la ciudad se están moviendo para hacer que el voto de los no ciudadanos sea una realidad, a pesar de las objeciones del alcalde Bill de Blasio.
El Consejo Municipal tiene previsto aprobar un proyecto de ley que permitiría a más de 800.000 neoyorquinos que no son ciudadanos registrarse como miembros de partidos políticos y votar en las elecciones municipales, siempre que sean titulares de una tarjeta verde o tengan derecho a trabajar en Estados Unidos.
Se espera que la medida sea aprobada el 9 de diciembre por un margen a prueba de veto. Permitiría a los no ciudadanos votar en las elecciones locales, y no se aplicaría a las contiendas federales o estatales. Pero la medida plantea cuestiones de larga data sobre quién debe participar en el proceso democrático del país.