Tres hombres blancos fueron declarados culpables de asesinato el miércoles por perseguir y disparar a Ahmaud Arbery mientras el hombre negro corría por su vecindario, y un jurado de Georgia rechazó una alegación de defensa propia en un juicio que volvió a poner de manifiesto las cuestiones divisivas de Estados Unidos sobre la raza y las armas.

Los veredictos fueron emitidos por el jurado, compuesto por un hombre negro y 11 hombres y mujeres blancos, en su segundo día de deliberaciones tras unas dos semanas de juicio contra Gregory McMichael, de 65 años, su hijo Travis McMichael, de 35, y su vecino William “Roddie” Bryan, de 52, en la ciudad costera de Brunswick.

El caso giraba en torno a si los acusados, en virtud de una ley de Georgia ahora derogada que permite las detenciones ciudadanas, tenían derecho a enfrentarse al desarmado corredor ávido de 25 años el año pasado por la corazonada de que estaba huyendo de un delito. Los abogados de la defensa también argumentaron que la defensa propia se centró en una afirmación controvertida de Travis McMichael, que efectuó los disparos mortales, de que Arbery había agarrado momentos antes la escopeta de bombeo que se utilizó para matarlo.