“Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”, eso dice un refrán ampliamente conocido.
Y se debe de tomar en serio, ya que el desayuno es la comida más importante del día porque se hace al inicio de un día lleno de actividades lo que conlleva a necesitar mucha energía.
El desayuno debe ser ligero para que no afecte la digestión, pero también debe ser nutritivo para que no falte nada y se puedan realizar las actividades con ánimo y energía suficientes.
Para un desayuno ideal te recomendamos incluir frutas y cereales, que son ricos y saludables. Por ejemplo:
1 taza de papaya pelada y partida en cubos pequeños
1/2 taza de piña sin cáscara en cubos
2 cucharadas de avena
1 cucharadita de jengibre pelado
¼ taza de leche deslactosada
¿Por qué estos ingredientes?
Papaya: contiene papaína que ayuda en la digestión. Es rica en fibra y agua que previenen el estreñimiento.
Piña: contiene bromelina que contribuye en la digestión de las proteínas.
Avena: aporta fibra, limpia el intestino y acelera el metabolismo.
Jengibre: incrementa la producción de enzimas que favorecen la digestión.
Leche: se puede sustituir por leche de almendras, de coco, etc.