El Presidente Biden describió el lunes la variante omicron del coronavirus como un “motivo de preocupación, no de pánico”, mientras que la Organización Mundial de la Salud advirtió que suponía un riesgo global “muy alto” y que es probable que se propague.
Los científicos afirman que el elevado número de mutaciones de la variante podría hacerla altamente transmisible y más capaz de penetrar las defensas inmunitarias, pero aún se desconocen muchas cosas. Los expertos predicen que las vacunas seguirán proporcionando al menos cierta protección, y el presidente recalcó el lunes desde la Casa Blanca que las vacunas siguen siendo la mejor forma de prepararse.
Los comentarios se produjeron un día después de que se detectara la variante en Canadá, su primera identificación en Norteamérica.