Un efecto de enfriamiento se ha apoderado de los campus universitarios estadounidenses, contribuyendo a una fuga de talento académico que puede perjudicar a Estados Unidos y beneficiar a Pekín.
Los agentes del F.B.I. pasaron casi dos años siguiendo al profesor, siguiéndolo al trabajo, a la tienda de comestibles, e incluso vigilando a su hijo universitario. Informaron a la universidad en la que ocupaba un puesto de profesor titular de que era un agente chino, lo que llevó a la escuela a cooperar con su investigación y a despedirlo posteriormente.
Pero el FBI no pudo encontrar pruebas de espionaje, según el testimonio de un agente en el tribunal.
Los fiscales federales presentaron cargos de todos modos, acusando a Anming Hu de ocultar sus vínculos con una universidad de Pekín y de defraudar al gobierno en relación con los fondos de investigación que había recibido de la NASA. El juicio terminó con un jurado en desacuerdo. Un miembro del jurado calificó el caso de “ridículo”. En septiembre, un juez dio el raro paso de absolver al científico de origen chino de todos los cargos.