Tienen el potencial de reducir sustancialmente la hospitalización y la muerte. Y muchos científicos creen que es probable que sean eficaces contra la variante Omicron, incluso si Omicron hace que las vacunas Covid sean más débiles para prevenir las infecciones.

En términos sencillos, pueden ayudar a convertir el Covid en una enfermedad respiratoria más ordinaria, similar al resfriado común o la gripe, en lugar de una que está matando a unos 1,000 estadounidenses al día y dominando la vida cotidiana de millones de personas.

Hay dos tratamientos en camino, uno de Pfizer y otro de Merck, que tendrán beneficios tanto médicos como psicológicos. No sólo pueden reducir las enfermedades graves de Covid, sino que también pueden reducir el miedo a Covid y ayudar a la sociedad a volver a la normalidad, disminuyendo los enormes efectos secundarios sociales y económicos de la pandemia.