La menor demanda exterior provocó una caída mucho mayor de lo esperado en los pedidos industriales alemanes, incluidos los de automóviles, en octubre, según mostraron los datos, enturbiando aún más las perspectivas de crecimiento para los fabricantes de la mayor economía de Europa.
La escasez de microchips y otros componentes electrónicos relacionada con la pandemia ha provocado cuellos de botella en el suministro y problemas de producción en la poderosa industria automovilística alemana y en otros importantes sectores de la economía.
Los pedidos de productos “Made in Germany” cayeron un 6.9% en el mes, tras una subida revisada del 1.8% en septiembre y un desplome del 8.8% en agosto, según datos de la Oficina Federal de Estadística.