Casi desde el mismo momento en que te enteras que estás esperando un bebé, comienzas a experimentar muchos cambios en tu vida, tanto físicos como psicológicos.
Las madres actúan diferente a las mujeres que no lo son, porque al tener a tu cargo una personita que depende completamente de ti te hace más responsable, consciente, madura en tus decisiones y hasta renuncias a algunas cosas que antes considerabas importantes.
A continuación, te damos algunas pautas de lo que cambiará cuando te conviertas en madre:
MANEJO DEL TIEMPO
Tus prioridades cambian, por lo que el tiempo que antes invertías en ti ahora lo dedicas a tu hijo, por lo menos mientras está muy pequeño. Debes aprender a planificar tu día, para que el tiempo te alcance para hacer todo lo que necesitas hacer, sin olvidar que también hay sacar algún momento para ti sola.
TUS PADRES
Vas a valorar todo lo que tus padres hicieron por ti y entenderás el por que de muchas cosas que antes no comprendías.
AMOR INCONDICIONAL
El amor que sentirás por tu hijo no se compara con nada en el mundo. Es un amor incondicional y que durará toda la vida.
COMPASIÓN
Te vuelves más empática y compasiva con los demás.
NUEVO CUERPO
Después de un embarazo el cuerpo cambia y puede dejar huellas como el exceso de peso, la celulitis y las estrías. Sin embargo, debes aprender a quererte y aceptarte, así como eres, pero nunca olvidar que el cuidado de la salud es lo más importante.