Canadá ha prohibido la llamada terapia de conversión, o los intentos de cambiar la sexualidad o la identidad de género de una persona.
La ley, aprobada el miércoles, también tipifica como delito sacar a un niño de Canadá para que se someta a una terapia de conversión en otro lugar.
En un tweet anunciando la medida, el Primer Ministro Justin Trudeau calificó la práctica de “despreciable y degradante”.