Estados Unidos alcanzó el domingo las 800,000 muertes relacionadas con el coronavirus, mientras el país se prepara para un posible aumento de las infecciones debido al mayor tiempo que se pasa en el interior con el clima más frío y la variante Omicron del virus, que es altamente transmisible.
Este hito significa que el número de muertes en Estados Unidos por este virus supera ya a toda la población de Dakota del Norte.
Incluso con vacunas amplia y gratuitamente disponibles, el país ha perdido más vidas por el virus este año que en 2020 debido a la variante Delta, más contagiosa, y a que la gente se niega a vacunarse contra el COVID-19.
Desde el comienzo del año, más de 450,000 personas en Estados Unidos han muerto tras contraer el COVID-19, lo que supone el 57% de todas las muertes en Estados Unidos por la enfermedad desde que comenzó la pandemia.
Según los expertos sanitarios, las muertes de este año se han producido sobre todo en pacientes no vacunados. Las muertes han aumentado a pesar de los avances en la atención a los pacientes de COVID y las nuevas opciones de tratamiento, como los anticuerpos monoclonales.
Se necesitaron 111 días para que las muertes en Estados Unidos pasaran de 600,000 a 700.000 y las siguientes 100,000 muertes se tardaron sólo 73 días.