Los directores generales de 20 grandes minoristas, entre ellos Best Buy, DICK’S, CVS, Nordstrom y Target, piden al Congreso que tome medidas contra los “robos por sorpresa”. En una carta enviada el jueves a los líderes del Senado y la Cámara de Representantes, los ejecutivos instan a la “rápida aprobación” de una ley que impida la reventa de mercancía robada mediante la verificación de la identidad de los vendedores.

Esto se produce en medio de una ola de robos organizados en todo Estados Unidos, especialmente en Chicago y en ciudades del sur de California. Los vídeos muestran a grandes grupos irrumpiendo en las tiendas y robando a veces decenas de miles de dólares en mercancías.

Un informe de noviembre de la Asociación de Líderes de la Industria Minorista atribuyó este aumento de los robos al incremento de las ventas en línea y a la “despenalización efectiva” del hurto en algunas zonas.

“La saturación de las cárceles ha llevado a muchos estados a elevar los umbrales de los delitos graves por hurto, o a eliminar la fianza en efectivo para los delitos no violentos, despenalizando de hecho el hurto en algunas jurisdicciones, lo que ha dado lugar a menos detenciones y menos procesamientos”, señala el informe.