Definitivamente los niños aprenden con el ejemplo y no con las palabras, así que como padres debemos ser muy cuidadosos con los hábitos que tengamos porque podemos perjudicarlos.
¿Cómo afectan a los niños los malos hábitos de sus padres?
Como los padres son los “héroes” de sus hijos cuando están pequeños, los admiran y desean ser como ellos cuando crezcan, entonces empiezan a adoptar los hábitos de los mayores; ahí es donde debemos tener mucho cuidado para evitar “heredarles” los malos hábitos. Por ejemplo:
• Alimentarse mal: Si no tenemos buenos hábitos alimenticios y nos llevamos a la boca cualquier alimento, aunque no sea sano, ¿qué le podemos exigir a los niños? Empecemos por mejorar y ser más conscientes de la nutrición de toda la familia.
• Sedentarismo: cuando no nos ejercitamos con regularidad, es difícil que los hijos sean activos. Empecemos por llevarlos al parque a jugar con amigos, a practicar algún deporte, pero los padres también deben ser más activos.
• Comer frente al TV: Cuando comemos mientras miramos la televisión ni siquiera nos damos cuenta de qué ni cuánto estamos comiendo. Además, se están desaprovechando momentos muy valiosos para compartir en familia como son los momentos de compartir en la mesa.
• Vocabulario: no podemos olvidarnos que los niños aprenden nuestras frases y expresiones, por lo que debemos cuidarnos de no usar un vocabulario soez o poco educado.