Si por cualquier causa a tu hijo se le rompe un diente debes hacer lo siguiente:
• Lleva a tu hijo al odontólogo lo más pronto posible.
• Siempre que sea posible, lleva el diente
• Si el diente se ha desprendido, es posible que pueda ser reimplantado.
• Si no se puede, el odontólogo valorará otras alternativas para reemplazarlo.
• Esta solución es temporal, porque es un niño y no se pueden colocar implantes definitivos hasta después de los 18 años.
El odontólogo analizará el daño ocasionado por la rotura del diente. Existen varios tipos de daños, como:
FRACTURA PARCIAL
Si lograste recuperar el pedazo de diente y lo llevas a la consulta, el profesional tratará de unir el trozo al resto del diente. Esta es la solución más sencilla.
Cuando no se pueden unir las partes, se hará una reconstrucción con un material llamado composite.
ROTURA TOTAL
Cuando el diente se cae de raíz, queda un hueco que debe ser llenado.
Si el diente es definitivo, el odontólogo intentará reimplantar el diente introduciéndola en la cavidad.
IMPORTANTE: conservar el diente en un vaso de leche antes de llevarlo al odontólogo.
Una vez reimplantado el diente, hay que observarlo con frecuencia para verificar que no haya cambiado de color y se deba acudir a una clínica dental.
Si este es el caso, el odontólogo verificará si el diente está necrosado (sin riego sanguíneo); cuando esto ocurre hay que hacer una endodoncia (tratamiento de conducto).