Cuando pasa la etapa del noviazgo y llegan al altar, todo es maravilloso y color de rosa.
Sin embargo, con la convivencia permanente te das cuenta que es necesario fortalecer la relación para que se mantenga y no lleguen al divorcio.
Aquí te mostramos los aspectos a tener en cuenta para tener siempre un matrimonio feliz y estable:
COMPRENSIÓN
Durante el noviazgo había mucha comprensión y amor y eso es algo que debe continuar en el matrimonio. Nunca olviden escucharse con atención, entenderse y recordar el amor que los unió y los mantendrá unidos.
TRABAJO EN EQUIPO
Antes de casarse deben establecer las reglas de convivencia y responsabilidades. Por ejemplo, si ambos salen a trabajar, como se distribuyen los gastos, si van a tener cuenta conjunta o separadas, las labores domésticas, etc.
MANTENER LA PASIÓN
Con el matrimonio comienzan a llegar las responsabilidades y preocupaciones; cuando ya nacen los hijos esto se incrementa y algunas parejas se olvidan que son pareja. No permitan que la pasión se apague, deben crear espacios y momentos especiales para compartir solamente ustedes dos sin interrupciones.
COMUNICACIÓN
No puede haber secretos en un matrimonio. Cuéntense su día a día, sus preocupaciones, emociones y alegrías. No se critiquen ni juzguen.