El Tribunal Federal de Canadá aprobó un acuerdo legal multimillonario que obliga al gobierno a tomar medidas más rápidas para limpiar el agua potable contaminada en las reservas indígenas y a compensar a las Primeras Naciones por las décadas que han pasado sin acceso a agua limpia.
Según el acuerdo, el gobierno se comprometerá a gastar al menos 6,000 millones de dólares canadienses en nueve años para financiar infraestructuras y operaciones relacionadas con el agua en cientos de reservas, y pagará 1,500 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios a unos 140,000 indígenas.
En un año en el que se han descubierto cientos de tumbas sin marcar de niños indígenas en los terrenos de los antiguos internados, la aprobación del acuerdo es un episodio más en el ajuste de cuentas de Canadá con los vestigios del colonialismo.
Desde 1977, el gobierno ha prometido dotar a las reservas indígenas de sistemas de agua potable y aguas residuales iguales a los que disfrutan la mayoría de los canadienses, pero no ha cumplido el objetivo y, en marzo, incumplió un plazo impuesto por el primer ministro Justin Trudeau.