Un domingo por la noche, Ashley Estrada estaba en casa de un amigo en Los Ángeles cuando recibió una extraña notificación en su iPhone: “AirTag detectado cerca de ti”.
Un AirTag es un disco de 1.26 pulgadas con capacidad de seguimiento de la ubicación que Apple comenzó a vender a principios de este año como una manera de “mantener un seguimiento de sus cosas.” La notificación en su teléfono decía que el AirTag había sido visto por primera vez con ella cuatro horas antes. Un mapa del historial de la AirTag mostraba el camino que la Sra. Estrada había recorrido por la ciudad mientras hacía recados.
La Sra. Estrada no está sola en su experiencia. En los últimos meses, la gente ha publicado en TikTok, Reddit y Twitter que ha encontrado AirTags en sus coches y en sus pertenencias. Cada vez es mayor la preocupación de que los dispositivos puedan favorecer una nueva forma de acoso, algo que los grupos de defensa de la privacidad predijeron que podría ocurrir cuando Apple presentó los dispositivos en abril.
Algunas autoridades han empezado a examinar más de cerca la amenaza que suponen las AirTags. Y en Canadá, un departamento de policía local dijo que había investigado cinco incidentes de ladrones que habían colocado AirTags en “vehículos de alta gama para poder localizarlos y robarlos después”.
Los investigadores creen ahora que las AirTags, equipadas con tecnología Bluetooth, podrían estar revelando un problema más generalizado de seguimiento tecnológico. Emiten una señal digital que puede ser detectada por dispositivos con el sistema operativo móvil de Apple.