Siempre hemos oído decir que nadie tiene un manual para ser buen padre o madre; y, aunque siempre tratamos de hacerlo lo mejor posible en la educación de los hijos, podemos incurrir en algunos errores que pueden afectar el desarrollo de los niños:
SER PERMISIVOS
Existen circunstancias donde hay que asumir posturas como padres que no agradan en absoluto a los hijos y hay que ser firmes en esos momentos. No podemos, para evitar un conflicto o un acto de rebeldía de los hijos, ser permisivos y decirle “si” a todo lo que ellos demanden. Eso sería un grave error.
CEDER
Cuando se le dice NO a un hijo hay que estar seguros de que se va a hacer cumplir esa negativa. Como padres no podemos decirle no a alguna petición y después dar marcha atrás.
Otro asunto importante es cumplir las promesas que le hagamos a nuestros hijos.
SER AUTORITARIOS
Esto es tan nocivo como ser permisivos. Los expertos recomiendan aplicar la disciplina positiva que consiste en mantener la educación en un punto medio, sin tener un control exagerado sobre ellos ni tampoco ser permisivos.
El modelo de disciplina positiva lo trata la doctora Jane Nelsen en su libro “Cómo educar con firmeza y cariño” y abarca los siguientes conceptos:
• Ser amable y firme al mismo tiempo
• Hacer sentir a los niños que son importantes para la familia y para la sociedad
• Que tengan disciplina para triunfar en el futuro.
• Enseñar valores como: respeto, colaboración, responsabilidad, etc.
• Apoyar a los niños en el desarrollo de habilidades.