La Dra. Leana Wen, ex comisionada de salud de Baltimore, instó a la gente a ponerse las vacunas de refuerzo, recomendó usar mascarillas KN95 o N95 y animó a los gobiernos y a las empresas a imponer la vacunación. Todas esas medidas pueden reducir la propagación de Covid y, por extensión, la aglomeración en los hospitales y las muertes.

¿Qué ocurre con las personas mayores o inmunodeprimidas, que corren cierto riesgo de sufrir una enfermedad grave por Covid aunque estén vacunadas?

Las personas gravemente inmunocomprometidas, como las que han recibido trasplantes de órganos o están recibiendo tratamiento contra el cáncer, tienen motivos para ser más precavidas.

Piense en esto: Antes de Ómicron, una persona típica de 75 años vacunada que contraía el Covid tenía un riesgo de muerte más o menos similar -alrededor de 1 entre 200- al de una persona típica de 75 años que contraía la gripe.

Ómicron ha cambiado el cálculo. Al ser más leve que las versiones anteriores del virus, el Covid parece presentar ahora una menor amenaza para la mayoría de las personas mayores vacunadas que la gripe anual.

La gripe, por supuesto, supone un riesgo para las personas mayores. Y la magnitud de la oleada de Ómicron puede aconsejar precaución en las próximas semanas. Pero la combinación de vacunas y la aparente suavidad de Ómicron significa que, para un individuo, el Covid se parece cada vez más al tipo de riesgo para la salud que la gente acepta cada día.