En el mercado encontramos todo tipo de panes: integrales, blancos ultraprocesados, bagels, pastelillos y hasta opciones sin gluten.
¿Qué es el gluten?
Es el nombre general para las proteínas que se encuentran en el trigo (trigos, trigo duro, emmer, sémola, espelta, etc), centeno y cebada. El gluten permite que los alimentos mantengan su forma, actuando como un pegamento que mantiene unidos los alimentos.
El gluten y otros compuestos del trigo pueden traer problemas de salud a algunas personas. Por ejemplo, se calcula que el 1% de la población mundial tienen la enfermedad celíaca, que es una afección autoinmune y grave que se genera al consumir gluten.
A las personas alérgicas al gluten, esa proteína les causa daño intestinal, mala absorción de nutrientes, diarrea, pérdida de peso, anemia, fatiga, ampollas y sarpullido.
Otras personas son un poco menos sensibles al gluten y no sufren los síntomas tan severos como los alérgicos, pero si pueden experimentar síntomas como malestar estomacal, fatiga y dolor de cabeza.
La tercera condición, que es la menos frecuente, es la alergia al trigo y causa diarrea, vómito, hinchazón de la cara y dificultad para respirar.
Cuando se sufre de cualquiera de esas condiciones respecto (alergia, sensibilidad) la mejor opción es dejar de consumir pan con gluten.
De acuerdo con varias encuestas realizadas en Estados Unidos y Canadá, en la que entrevistaron a más de mil personas, el 46 % de ellas contestaron que consumían pan sin gluten por razones diferentes a las médicas. Por ejemplo: querían reducir la inflamación, comer de forma más natural y hasta perder peso.
Sin embargo, la Dra. Anne Lee, dietista del Centro de Enfermedad Celíaca del Centro de Médico de la Universidad de Columbia, dice: “Por lo general, los productos sin gluten son más altos en grasa, más altos en azúcar, más altos en sal y más bajos en fibra, hierro y vitamina B”.
También agregó que el pan sin gluten lo suelen elaborar con ingredientes como harina de arroz, papa o tapioca, que contienen menos proteína y fibra que la harina de trigo, esta última además está enriquecida con vitamina B, ácido fólico, hierro, niacina, riboflavina y tiamina.
Por lo anterior, la Dra Lee recomienda que cuando haya sospecha de intolerancia al gluten, buscar asesoría de un gastroenterólogo para realizarse las pruebas necesarias.
Para los pacientes que presentan intolerancia o alergia al gluten, Lee les aconseja disminuir el consumo de productos envasados sin gluten y centrarse en productos naturales integrales como son: frutas, verduras, legumbres y cereales sin gluten.
Los fabricantes de pan han comenzado a incluir más cereales sin gluten que potencian la fibra, proteínas, vitaminas y minerales.
Para elegir el mejor pan sin gluten, lo recomendable es comparar las etiquetas nutricionales con los panes integrales. Verificar que contienen niveles similares de proteína, fibra y azúcar agregada.