Ser madre no es fácil y requiere de poder educar a los hijos con límites y valores, pero sin ser demasiados estrictos como tal vez lo fueron nuestros padres con nosotras.

Para ayudarte en ese sentido aquí te mostramos cómo ser una madre estricta pero que no lastima a sus hijos:

ESTRICTA NO ABUSIVA

Una madre abusiva no se toma la molestia de escuchar a sus hijos y solo su palabra cuenta en todas las decisiones.

Una madre estricta conoce el concepto de la jerarquía y se comporta como una madre y no una amiga porque entonces perdería autoridad; también es una guía para sus hijos y toma las decisiones que más convengan a su familia.

CON LÍMITES

Hay que poner límites que vayan de acuerdo con su edad y sus necesidades. Algunas decisiones se pueden conversar y negociar, pero hay otras que en las que no se puede transigir; por ejemplo: usar los zapatos ortopédicos que indicó el médico, aunque no le guste.

COMPRENSIVA NO PERMISIVA

Los hijos deben conocer sus obligaciones y responsabilidades y cumplirlas sin importar el clima, el estado de ánimo ni otro aspecto poco relevante.