Las parejas cuando se casan esperan estar juntas toda la vida y que el amor que se profesan en ese momento se conserve o aumente con el tiempo.
Desafortunadamente no siempre es así y esas personas que tanto se quisieron ahora no se entienden y hasta llegan a odiarse, llegando al divorcio.
Cuando una pareja se casa hace la siguiente promesa al otro:
“Yo te recibo a ti como esposo (a) y me entrego a ti, prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe”.
Estas hermosas palabras se diluyen en el tiempo y quedan convertidas en una promesa que ya no se quiere cumplir.
¿Por qué fracasa un matrimonio?
NO ESTABA CONVENCIDO
Aunque uno de ellos o los dos no estaban completamente seguros del paso que iban a dar, de todas formas, dieron el sí, pero al pasar el tiempo se dan cuenta de la gran responsabilidad que implica el matrimonio y hasta se asustan.
DESILUSIÓN
Cuando una pareja piensa que el matrimonio es una linda ceremonia, con vestidos elegantes, una gran fiesta y viaje de luna de miel. Pero, cuando ya llegan a la rutina de la vida diaria y se presenta el primer inconveniente, no saben cómo actuar al respecto.
FALTA DE COMUNICACIÓN
Los pilares para una relación sana y feliz son el respeto, la confianza y una buena comunicación.
Las personas olvidan que si falla la comunicación puede afectar seriamente la relación matrimonial. Ellos deben entender que tienen que aprender a conectarse, actuar en equipo y no hacer cosas a las espaldas del otro.