Una nueva tecnología llamada Codex genera programas en 12 lenguajes de codificación e incluso traduce entre ellos. Pero no es una amenaza para los programadores profesionales.

En cuanto Tom Smith tuvo en sus manos Codex, una nueva tecnología de inteligencia artificial que escribe su propio código informático, le hizo una entrevista.

Le preguntó a Codex si podría enfrentarse a los “retos de codificación” a los que suelen enfrentarse los programadores cuando se presentan a las entrevistas de trabajo de las grandes empresas de Silicon Valley, como Google y Facebook. ¿Podría escribir un programa que sustituyera todos los espacios de una frase por guiones? Mejor aún, ¿podría escribir uno que identificara los códigos postales no válidos?

Codex hizo ambas cosas al instante, antes de completar otras tareas. “Se trata de problemas que serían difíciles de resolver para muchos humanos, incluido yo mismo, y la respuesta la escribía en dos segundos”, afirma Smith, un programador experimentado que supervisa una empresa de inteligencia artificial llamada Gado Images. “Era espeluznante verlo”.

El Codex parecía una tecnología que pronto sustituiría a los trabajadores humanos. A medida que el Sr. Smith seguía probando el sistema, se dio cuenta de que sus habilidades iban mucho más allá de la capacidad de responder a las preguntas de una entrevista.

Sin embargo, tras varias semanas de trabajo con esta nueva tecnología, el Sr. Smith cree que no supone una amenaza para los codificadores profesionales. De hecho, al igual que muchos otros expertos, la ve como una herramienta que acabará impulsando la productividad humana. Incluso puede ayudar a toda una nueva generación de personas a aprender el arte de la informática, mostrándoles cómo escribir piezas sencillas de código, casi como un tutor personal.