El presidente Joe Biden dice que una invasión rusa de Ucrania es inminente, pero el ambiente entre las poblaciones de ambos países es muy diferente. Las imágenes de la televisión estatal de Moscú presentan a las fuerzas de la OTAN como los agresores, con tanques y tropas dirigiéndose a la frontera ucraniana y francotiradores apuntando.
La OTAN, por su parte, afirma que todavía hay una salida diplomática a la crisis, pero que Rusia debe demostrar que está dispuesta a participar de buena fe en las conversaciones políticas.
Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, declaró a la CNN que Ucrania “no permitirá que nadie imponga ninguna concesión” a su país en el marco de los esfuerzos por desescalar la amenaza.
El Kremlin niega que esté planeando una invasión y argumenta que el apoyo de la OTAN a Ucrania -incluyendo el aumento de los suministros de armas y el entrenamiento militar- constituye una amenaza creciente en el flanco occidental de Rusia.