Existen múltiples razones por las que un niño llora:
• Respuesta emocional a una situación desagradable para él
• Frustración
• Miedo
• Dolor
• Tristeza
• Confusión
• Rabia
Cualquiera que sea el motivo de su llanto no debes decirle “no llores” porque el niño necesita expresar sus emociones libremente.
Los adultos no se dejan ver llorando porque sería mostrarse vulnerables, pero un niño explota en llanto de manera natural. El llanto va desapareciendo a medida que crece, madura y encuentra otras maneras de mostrar lo que siente de acuerdo con lo que aprendió de sus padres.
Aunque es verdad que resulta muy incómodo ver a nuestro hijo llorar especialmente cuando estamos en reuniones con amigos o en lugares públicos, no debes callarlo con palabras como “los niños no lloran” o “pareces una nenita”.
Es mejor utilizar otras frases para que aprendan a manejar su enojo y frustración. Por ejemplo:
“Estoy contigo”
En momentos en que tu hijo se siente triste, con dolor o con rabia, hazle saber que estás a su lado y no lo vas a dejar solo. Explícale la situación que está viviendo, pero dale también la confianza de saber que todo se va a solucionar.
“Te entiendo”
Si el niño está llorando por asuntos que se pueden solucionar o simplemente está haciendo un drama, dile: entiendo que estés con rabia, o triste, pero…. Si la culpa es de él debes hacérselo saber sin regaños.
“Vamos a solucionarlo”
Baja tu cuerpo al mismo nivel que el niño, ponle una mano en el hombro y dile que van a solucionar ese problema juntos. Si está frustrado porque no puede hacer determinada labor, entonces ayúdalo; si se ha peleado con su hermanito, actúa como intermediaria para que todo se arregle y vuelva la calma.