Nunca ha sido fácil la buena crianza de los hijos, pero actualmente es mucho más difícil por la falta de tiempo de los padres. Desafortunadamente, algunos padres de familia no saben aprovechar el poco tiempo que tienen para compartir con sus hijos y no tienen en cuenta que es mejor tener tiempo de calidad que cantidad con ellos.

En los primeros años de vida, los niños van adquiriendo conocimientos, habilidades, aptitudes y conductas, por lo que se hace necesario la presencia y guía de los padres. Así como aprenden cosas positivas, también van aprendiendo malos hábitos que deben corregirse a tiempo.

Tal vez los padres piensen que la mejor manera de erradicar los malos hábitos de sus hijos es por medio de castigos físicos, con regaños o con gritos; pero, existen otras técnicas más efectivas que harán que los niños cambien sus malos hábitos, aunque no es algo que ocurra de un momento a otro, sino que es un proceso.

• Si un niño tiene un mal hábito, lo mejor es explicarle con claridad y con palabras simples, cómo se debe comportar, además, hacerle entender que lo que está haciendo es de mala educación.

• Cuando el niño da muestras de buen comportamiento, hay que dejárselo saber y premiarlo ya sea permitiendo que vea la televisión por un rato más largo o que salga a jugar, etc. Se debe de tener paciencia ya que desarrollar un hábito toma aproximadamente 21 días.

• Hay que dar buen ejemplo en casa. Muchos malos hábitos de los hijos fueron aprendidos directamente de sus padres, así que debemos observar con cuidado cómo nos comportamos frente a ellos.