Muchos hombres cuando se enteran que van a ser padres, especialmente cuando el embarazo no es planeado, prefieren marcharse y dejar sola a la madre con el bebé; a estos hombres el título les queda grande ya que se niegan a aceptar y criar a su propio hijo, deshaciendo cualquier vínculo que pudiera formarse con su mujer y su hijo y dejándola sola con toda la responsabilidad.

Sin embargo, también existen hombres valientes y admirables que deciden criar y amar a un hijo que no es de su sangre ya que el niño no tiene la culpa de lo que pasa.

Hemos escuchado el dicho “padre no es quien engendra, sino el que cría”, ya que muchas veces el padre biológico desaparece por no sentirse preparado para tal responsabilidad, pero luego llega un hombre bueno que, sin tener la obligación ni el compromiso, decide hacerse cargo de ese niño y le brinda todo el amor, atención y cuidados que necesita para desarrollarse adecuadamente.

Un “papá” es aquel que está presente en todas las etapas y momentos especiales de la vida de su hijo, siempre está dispuesto a dar lo mejor de sí, a apoyar, a proteger y hacerse cargo de lo que le corresponde.

Un hombre que se hace cargo de un hijo que no es suyo, debe ser tratado con admiración y respeto, porque tiene la valentía que no tiene el padre biológico. Un hombre que establece una relación de pareja con una mujer que tiene un hijo sin padre y lo hace con amor y sin juzgarla, es un hombre que vale la pena tener a tu lado por siempre.