El presidente Biden prometió tomar medidas serias contra el cambio climático y fijó un objetivo ambicioso para lograrlo: reducir a la mitad la contaminación por gases de efecto invernadero de Estados Unidos desde para 2030.
Cumplir ese objetivo podría ayudar a evitar las más crudas predicciones de una catástrofe climática: tiempo extremo, aire tóxico, regiones inhabitables y conflictos por recursos como los alimentos y el agua. Podría conducir a un futuro más halagüeño, con energía limpia que alimente vehículos, hogares y empresas, así como nuevas industrias y más puestos de trabajo.
El camino que tome Estados Unidos dependerá en gran medida del Congreso.
El Senado está estancado en el proyecto de ley Build Back Better, el núcleo de la agenda legislativa de Biden, que incluye amplias disposiciones sobre el calentamiento global. Sin esas partes del proyecto de ley, según los expertos, el objetivo climático de Biden es probablemente imposible. Pero los legisladores aún están a tiempo de llegar a un acuerdo.