Spotify tiene un problema mucho mayor que Joe Rogan

Spotify tiene un problema mucho mayor que Joe Rogan

El servicio de streaming ha estado tratando de sofocar la protesta por la desinformación sobre el COVID-19 difundida por Rogan, el popular presentador de podcasts. A principios de esta semana, Spotify dio a conocer sus normas internas que prohíben el “contenido peligroso”, y dijo que adjuntará un aviso a cualquier podcast que hable de la pandemia, dirigiendo a los oyentes a un nuevo centro de información sobre el COVID-19.

Pero a pesar de estas medidas, el director general Daniel Ek también sugirió que se trata de una cuestión de libertad de expresión. Subrayó que Spotify no quiere convertirse en un “censor de contenidos” y que está comprometido a “apoyar la expresión de los creadores”.

Ahí es donde empieza su problema. Se esconde tras el mismo argumento que esgrimen plataformas como Facebook y Google: que Spotify es una plataforma que distribuye contenidos creados por otros, pero que no es realmente responsable de esos contenidos. Esa es una propuesta dudosa para Facebook y Google, y no tiene ningún sentido cuando se trata de Spotify.

Spotify no es una especie de conducto neutral. No es sólo una herramienta que los podcasters utilizan para subir su trabajo. Es un editor. Toma decisiones intencionadas sobre el contenido que difunde, especialmente cuando se trata de Rogan. Esta es una distinción crucial. Spotify pagó a Rogan 100 millones de dólares por los derechos exclusivos de su podcast. Es la mayor estrella del servicio de streaming, su carta de presentación, su nombre en la cartelera. Rogan es Spotify. No hay luz de día entre los dos. Que Spotify sostenga que no es responsable de lo que sale de su boca, o que de alguna manera es demasiado difícil moderar su contenido, es ridículo.

SOPORTE
CONTACTANOS

© 2025 All Rights Reserved.