Para que tu hijo obedezca es necesario que se le dé una sola orden concreta, es decir, no dar varias indicaciones a la vez; además, esta debe ser sencilla y de acuerdo con su edad.
Obedecer y doblegarse no es lo mismo; la diferencia está en que para que tu hijo obedezca su madre debe ejercer bien su autoridad y asegurarse de pedir las cosas de forma oportuna y que se cumpla de una sola vez, ya que, si obedece después de repetirle varias veces, no es obediencia, sino que es doblegarse.
Entre los 3 y los 6 años de edad es la etapa de la vida de los niños en la que los padres deben aprender a poner las normas de carácter social a su hijo, por ejemplo: aprender modales en la mesa, a saludar, a dar las gracias, a no interrumpir a los otros y si el niño no obedece, debe atenerse a las consecuencias de su desobediencia, pero cuando lo hace bien también merece un reconocimiento.
En casa también se establecen normas y reglas a cumplir estrictamente, por ejemplo: la hora de levantarse, irse a dormir, de las comidas, el baño, hacer las tareas, etc.
Inicialmente no será fácil para el niño obedecer rápidamente, pero no puedes desgastarte repitiendo una orden, mejor aplica la siguiente estrategia:
- Retírale tu atención
- No le hables
- Sal de la habitación
- Vuelve a ponerle atención cuando cumpla la orden.
- Otra opción es no dejarlo hacer lo que le gusta, como ver televisión, jugar videojuegos, etc.