Una nueva ola de productos de belleza, desde aceites para el cabello hasta cremas para las manos, aprovechan los beneficios de este antiguo remedio natural.
A pesar de su dulzura, la miel es una de las creaciones más eficaces de la naturaleza; rica en antioxidantes, es un potente humectante, es decir, capaz de absorber y sellar la humedad, y está repleta de potentes compuestos antibacterianos. Por ello, no es de extrañar que sea muy apreciada por sus propiedades curativas y embellecedoras: Se dice que Cleopatra se bañaba regularmente en leche con este líquido dorado. Y las mujeres de la China de la dinastía Ming la utilizaban para eliminar las manchas.
En los últimos años, a pesar de los avances científicos en el cuidado de la piel, la miel no sólo ha mantenido sino que ha aumentado su protagonismo en nuestros regímenes.