Los precios del petróleo superan con creces los 90 dólares por barril, y una invasión los llevaría muy probablemente a superar los 100 dólares.
Una invasión rusa de Ucrania podría hacer subir los ya elevados precios del petróleo y el gas natural, prolongando la elevada inflación en todo el mundo y asestando un golpe a cualquier país que dependa de Rusia en materia de energía.
Los precios del petróleo y el gas llevan meses subiendo, ya que países exportadores como Libia han tenido problemas de producción y la demanda se ha recuperado rápidamente tras dos años de pandemia. Pero todo eso palidece en comparación con lo que podría ocurrir si una guerra en Europa del Este y las posibles sanciones occidentales a Rusia reducen la producción de ese país, según los analistas.
Rusia produce 10 millones de barriles de petróleo al día, aproximadamente el 10% de la demanda mundial, y es el mayor proveedor de gas natural de Europa, un combustible fundamental para las centrales eléctricas y la calefacción.
Estados Unidos no es un gran importador de petróleo ruso: recibe unos 700,000 barriles al día, aproximadamente el 3% de su demanda. Pero incluso los estadounidenses se verían perjudicados porque el precio de la materia prima se fija en los mercados mundiales.