Con el cierre de la red 3G de AT&T la semana que viene, y la de los otros operadores a finales de este año, una serie de productos están a punto de dejar de funcionar, incluidos algunos sistemas de alarma para el hogar, dispositivos médicos y sistemas de notificación de accidentes y asistencia en carretera en los coches, como OnStar de General Motors.
Muchas empresas están invitando a sus clientes a actualizar o sustituir algunos de los productos y servicios cotidianos en sus hogares y coches antes de que pierdan la conectividad. Si no se hace nada, lo que está en juego podría ser muy importante en algunos casos. Millones de coches podrían dejar de tener la capacidad de ponerse en contacto con los primeros auxilios tras una colisión o de recibir actualizaciones como alertas de ubicación o tráfico para los sistemas GPS incorporados.
La introducción de la tecnología 3G en 2002 permitió que los primeros sistemas de info-entretenimiento en los coches y los servicios de seguridad del hogar se conectaran a las redes. Pero con el tiempo, las empresas de telefonía móvil pasaron a las redes 4G y, más recientemente, a las 5G.
Ahora, las principales operadoras están eliminando progresivamente la tecnología 3G en Estados Unidos y en algunos mercados del extranjero. AT&T la cerrará el 22 de febrero; T-Mobile lo hará en el tercer trimestre; y Verizon dará este paso a finales de año. A medida que la tecnología se vuelve oficialmente obsoleta, se está produciendo una lucha para ayudar a los consumidores a evitar una interrupción.