Ava Majury se descargó TikTok cuando tenía 13 años, y en el momento álgido de la pandemia, un año después, tenía más de un millón de seguidores. Sus fans, casi tres cuartas partes de ellos varones, la veían hacer playback y bailar al ritmo de la música de moda en su cuenta.
A principios de 2020, Ava se dio cuenta de que un fan, EricJustin111, intentaba llamar su atención en los comentarios de TikTok. Le enviaba mensajes en Snapchat y en Instagram, y aparecía en los juegos online que ella jugaba con sus hermanos.
A primera hora del 10 de julio, el fan -Eric Rohan Justin, de 18 años, de Ellicott City (Maryland)- llegó con una escopeta a la casa de la familia Majury en Naples y abrió la puerta principal. Su arma se encasquilló; el padre de Ava, Rob Majury, teniente de policía retirado, lo persiguió pero cayó. El Sr. Majury dijo a los agentes del sheriff del condado de Collier que volvió a la casa, recuperó su pistola y montó guardia en la puerta principal, sólo para ver al pistolero regresar poco después. Al amanecer, el Sr. Justin yacía moribundo, por un disparo del Sr. Majury.
El propietario de TikTok, ByteDance Ltd. y muchos de sus usuarios destacan las amistades, los contenidos innovadores y la colaboración creativa que permite la plataforma, pero su enorme popularidad entre personas vulnerables y menores de edad también se ha relacionado con problemas de salud mental, lesiones y muertes.
