Acompañados por el ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal, las personas que huyeron de un pequeño pueblo de Zacatecas el año pasado debido a la violencia, regresaron a sus anteriores casas.
Pero su estancia fue breve: no volvieron para quedarse, sino para recoger las posesiones que dejaron atrás cuando escaparon a toda prisa a principios de 2021.
Los ex habitantes de Palmas Altas, una comunidad del municipio de Jerez, regresaron a sus antiguos hogares para recoger muebles, electrodomésticos, herramientas, juguetes, sacos de granos y hasta tractores, según un reporte de Reforma.
Cientos de personas tuvieron sólo seis horas para empacar lo que querían. Palmas Altas es prácticamente un pueblo fantasma desde que la mayoría de los residentes se fueron debido a la violencia relacionada con una guerra territorial entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
Los residentes desplazados llevaban meses pidiendo ayuda a las autoridades zacatecanas y federales para poder regresar a sus hogares abandonados. Un antiguo lugareño criticó a las autoridades por la operación, diciendo que su objetivo debería ser recuperar la paz en el pueblo y no las posesiones de la gente.