Colombia, Argentina y Chile pidieron la rápida retirada de las tropas rusas de Ucrania, mientras otros países latinoamericanos rechazaron el uso de la fuerza, pero se abstuvieron de pedir la salida de Rusia.

Ucrania exigió una expresión de solidaridad de Brasil y la condena de la “agresión” rusa contra su territorio.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, también ha visitado recientemente Moscú, lo que ha llevado a algunos analistas a sugerir que Rusia ha cortejado a América Latina en medio de las tensiones de Ucrania.

Los aliados más fuertes de Rusia en la región -Cuba y Venezuela- respaldaron la invasión.

El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Félix Plasencia, respaldó la lucha de Putin contra lo que, según él, es el deseo de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Cuba criticó a Estados Unidos por imponer “la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación Rusa” y pidió una solución diplomática.